




Veta la Palma cuenta con una extensión de unas 1000 hectáreas, situada en el sector norte de la propiedad, en la que se conserva el biotopo original marismeño, con zonas de pastizal natural rico en plantas suculentas de marisma. La alimentación natural del ganado en la finca está basada en el aprovechamiento de dichos pastos marismeños, en particular gramíneas y leguminosas combinadas con brotes tiernos de almajo salado (Salicornia europaea).
La utilización de esta planta de marisma, muy rica en calcio, hierro, yodo, magnesio, sodio, aminoácidos, y vitaminas A y C, imprime a la carne unas características organolépticas que la hacen única, además de unas cualidades nutritivas superiores y altamente recomendables (por ejemplo, un contenido más bajo en colesterol con respecto a otras carnes).
La ganadería extensiva es responsable del mantenimiento de las características de hábitat únicas de esta zona de pastizal de marisma, que favorece la alimentación de una nutrida población invernante de ánsar común, así como de cantidades muy apreciables de especies de aves esteparias como el alcaraván o la ganga común.