





La riqueza de las marismas del Guadalquivir, junto con la escrupulosa gestión hídrica de la explotación de Veta la Palma se traducen en una elevada productividad natural que sirve de sustento trófico tanto para la producción acuícola como para la numerosa y diversa avifauna presente en la zona en cualquier época del año.
El primer eslabón de este complejo entramado trófico lo componen poblaciones naturales de microalgas que producen afloramientos estacionales, dentro de un proceso de sucesión de grupos y estirpes a lo largo del ciclo anual. Existen evidencias de la implicación directa de estas microalgas en la alta calidad de los productos generados en la granja, gracias a la incorporación de componentes esenciales biosintetizados por ellas (pigmentos y vitaminas antioxidantes, ácidos grasos poliinsaturados, etc) a la cadena trófica, con destino final en la producción piscícola.
Es por ello que la empresa decidió promover un ambicioso proyecto de investigación encaminado a profundizar en el conocimiento de los factores ambientales que regulan estos procesos biológicos, la ecología de las distintas estirpes de microalgas, la caracterización bioquímica de las mismas y la potencialidad de estos cultivos naturales a cielo abierto para su aprovechamiento en acuicultura, nutrición y otros fines relacionados con la obtención de compuestos de alto valor añadido.
Para desarrollar este proyecto PIMSA cuenta con la participación de cuatro grupos de investigación pertenecientes a Universidad Pablo de Olavide, Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis (Universidad de Sevilla-CSIC), IFAPA- Centro “El Toruño” y Universidad de Vigo. El proyecto tiene una duración de tres años (2009-2011) y esta parcialmente financiado por el CDTI (Ministerio de Innovación y Ciencia) y la Agencia IDEA (Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, Junta de Andalucía).