





La finca Veta la Palma, de 11.300 hectáreas de extensión, se encuentra situada en el término municipal de Puebla del Río (Sevilla) y ocupa algo menos de la mitad sur de la Isla Mayor del Guadalquivir. Además de por éste río, la finca está circundada por el río Guadiamar o Brazo de la Torre y forma parte del Espacio Natural Doñana.
Isla Mayor, como núcleo central de las marismas del Guadalquivir, ha sufrido un largo proceso histórico de transformación, debido a la evolución natural por colmatación y a la actividad humana. Los primeros intentos de aprovechamiento de la Isla datan del siglo XIX, pero habría que esperar hasta la segunda década del siglo XX para su puesta en cultivo, a través de un amplio proyecto de intervención llevado a cabo entre 1926 y 1928 por la empresa británica Islas del Río Guadalquivir Limited.
Durante los años cuarenta y cincuenta del siglo XX, el cultivo del arroz se convierte en la actividad económica principal de la Isla Mayor del Guadalquivir, ocupando su mitad norte (14.000 ha). Por el contrario, la ganadería extensiva es la actividad principal al sur de la Isla, en los terrenos ocupados por la finca Veta la Palma, hasta finales de los años setenta del siglo XX. En 1982, la empresa Agropecuaria del Guadalquivir, propietaria de la finca desde 1966, es adquirida por el grupo empresarial Hisparroz, S.A. y transformada en la actual Pesquerías Isla Mayor, S.A. (PIMSA).
Tras un breve período inicial, en 1990 y bajo autorización de la Dirección General de Pesca de la Junta de Andalucía, siguiendo lo dispuesto en el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de Doñana (PRUG), PIMSA pone en marcha la actividad acuícola en la finca a partir de 600 hectáreas iniciales, hasta conformar actualmente una zona de 3.200 hectáreas inundadas con agua de inmejorable calidad, que alberga una nutrida población de peces y crustáceos que son la base de los cultivos acuícolas. Además, 3.100 ha están dedicadas actualmente a agricultura de secano y 400 ha al cultivo del arroz, mientras que las restantes 4.600 conservan el biotopo original de la marisma.
Hoy día, la finca Veta la Palma es un ejemplo de actuación integrada, en el que la creación de un humedal artificial destinado a acuicultura, y la interrelación de esta actividad con los otros usos de la propiedad, han potenciado el medio ambiente de la zona añadiendo nuevos valores económicos y de conservación basados en principios de sostenibilidad.