




Los cultivos acuícolas de Veta la Palma se desarrollan en regímenes extensivo y semi-extensivo, en un área de 3.200 hectáreas cubierta con agua salobre. La superficie de cultivos está compuesta por 45 balsas de 70 ha de extensión cada una, interconectadas entre sí y con los ríos Guadalquivir y Guadiamar por una compleja red de canales de riego y drenaje de más de 300 km. El sistema está asociado a una estación con capacidad para bombear 12.000 L/s en circuito abierto, semi-abierto o cerrado según demanden las circunstancias ambientales y de los cultivos.
Las balsas están dedicadas al policultivo extensivo de lubina (Dicentrarchus labrax), dorada (Sparus aurata), corvina (Argyrosomus regius), mugílidos (Liza ramada, Mugil cephalus), camarón (Palaemonetes varians), lenguado (Solea senegalensis, S. solea) y anguila (Anguilla anguilla). Además, en la cabecera de estas grandes unidades existen otras de menor tamaño destinadas a la decantación, el confinamiento y pre-engorde de alevines y el cultivo en régimen semi-extensivo de lubina, dorada y corvina. Las balsas son manejadas hidráulicamente de manera conjunta con el agua de renovación procedente del estuario, con distinto grado de mezcla y recirculación según demanden las circunstancias ambientales y los ciclos de cultivo.
La riqueza de las marismas, junto a la gestión hidráulica de las unidades de cultivo, se traducen en una elevada productividad secundaria, fundamentalmente de crustáceos y otros invertebrados acuáticos, que constituye la base trófica sobre la que se sustenta tanto la producción piscícola como la numerosa avifauna presente en cualquier época del año. La combinación de agua, luz y nutrientes, junto al cuidadoso manejo de las masas de agua, genera una compleja red trófica, donde las balsas de cultivo se comportan como auténticas depuradoras que convierten los nutrientes (nitrógeno, fósforo, etc.) en biomasa. Esta biomasa es regulada y extraída del sistema por la pesca comercial y mediante la fuerte presión ejercida por la avifauna.
Los cultivos acuícolas de Veta la Palma se desarrollan aplicando la más moderna tecnología sostenible, a lo largo de un proceso de crianza innovador y generador de riqueza medioambiental, cuyo objetivo es asegurar siempre la máxima calidad. La alimentación natural proporciona unas cualidades insuperables de frescura, textura y sabor, que convierten a nuestros pescados en un producto gourmet muy estimado por los profesionales de la alta cocina. Las pescas se realizan diariamente y el pescado es enviado, siempre fresco, a restauradores y clientes de toda Europa. Como reconocimiento a la calidad, Veta la Palma dispone del certificado ISO 9001:2008 de calidad internacional, y está en proceso de certificación ambiental bajo la Norma ISO 14001.
PESQUERÍAS ISLA MAYOR S.L, fue notificada por la Dirección General de Pesca y Acuicultura de la Junta de Andalucía el pasado 26/12/2017, como beneficiaria de una ayuda proveniente de los Fondos Europeos Marítimos y Pesqueros (FEMP) de la U.E, para la ejecución del proyecto “ACTUACIONES PARA LA TRANSFORMACIÓN Y AHORROS DE INSUMOS EN VETA LA PALMA”